Lo habitual al terminar una obra o reforma, es realizar una eficiente y completa limpieza final de obra, para que todas las estancias reluzcan cómo nuevas que son.
Dejarlo todo en perfecto estado después de finalizar una obra es una tarea que requiere de organización y de la utilización de productos, utensilios y máquinas apropiadas para ello.
Pues elementos cómo el polvo, la escayola, la pintura o los restos de escombro se van acumulando en cualquier lado y en todos los rincones.